viernes, 2 de octubre de 2009

La historia de la Biblioteca Infantil de Warisoulx

Bélgica, 1980. La Localidad de Warisoulx, en la región de Valonia, está a punto de asistir a un acontecimiento que cambiará las vidas de los niños del pueblo: la inauguración de la primera Biblioteca Infantil de toda la provincia. Las artífices de este pequeño milagro son cuatro mamás  con sólo treinta años con muchas inquietudes- Bénedicte della Faille, Christiane Cooken, Noelia Ramelot y Denise Snoeck.
La historia comenzó con el sueño  de una de éstas madres y se convirtió en realidad. Apasionada de las actividades dirigidas a estimular la imaginación de los niños, Bénedicte  se empapó de toda clase de libros sobre el tema mientras trabajaba  en una librería especializada durante su juventud, hasta que su espíritu inquieto la empujó a buscar la forma de crear un espacio en su pequeño pueblo donde los niños aprendieran a amar la  cultura, no sólo a través de los libros, sino también mediante talleres de arte o música. Convenció a otras tres jóvenes madres y juntas lograron que la Municipalidad -Ayuntamiento-  de Warisoulx les prestara una sala para efectuar el préstamo de libros semanalmente. Su proyecto abarcaba actividades en torno a la lectura que requerían financiación y colaboración de otros miembros de la comunidad.
Cuenta Bénédicte que al principio organizaban un comedor popular para recaudar fondos para la biblioteca ,pero pronto encontraron una nueva forma de autogestión; comenzaron a importar barriles de vino de Oporto que ellas mismas embotellaban  y vendían a la gente del pueblo. Además, las cuatro se turnaban en la atención a los lectores y la gestión financiera de la biblioteca .
Bénédicte incluso  amplió su formación realizando cursos sobre animación a la lectura para jóvenes en Francia y Bélgica, subvencionados por el estado belga. Todo iba como la seda hasta  que diez años después la fundación de la biblioteca infantil, los niños de las cuatro mamás dejaron de ser tan niños, y éstas decidieron que les había llegado el turno a otras madres jóvenes. El relevo generacional trajo consigo la consolidación de la biblioteca en un espacio definitivo  cedido y acondicionado por la Municipalidad-Ayuntamiento-. Actualmente, el ritmo de vida de las nuevas madres no les permite gestionar la biblioteca, que recientemente ha cerrado  sus puertas. Las fundadoras esperan que pronto resurja el interés de los vecinos por este proyecto que ellas edificaron con ilusión y un gran espíritu altruista que aún se respira en la pequeña localidad de Warisoulx. (he sustraído párrafos de ésta nota, si la quieres leer completa, está en la última edición de Naif Magazine)

Al leer ésta historia en la última edición de la revista Naif, me conmovió, que me contacté con a revista y me autorizaron para poder difundirla en mi Blog. Muchas gracias a Rocio Macho, de Naif Magazine.

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